Road Trip a Las Vegas por la ruta 66

Hola familia. Hoy toca viaje de carretera. Después de desayunar fuerte fuerte en el buffet del Westin Bonaventure en Los Angeles (zumito no natural, sandía, melón, fresas, algunas tostadas, tomate en ensalada y huevos revueltos con bacon), y tras coger dos capuccinos en el Starbucks (a que esto no os lo imaginabais) hemos partido con el Ford Mustang hacia Las Vegas, en el estado de Nevada.

Todo el viaje se hace por autopista, pero David y Javi nos aconsejaron desviarnos a mitad de camino para recorrer una parte de la histórica ruta 66. Al principio, y mientras sales de Los Angeles, puedes observar las montañas que rodean L.A. nevadas, razón por la cual, cuando se esconde el sol, el fresquito es considerable.

Las autopistas aqui son envidiables: un mínimo de 4 carriles, llegando en ciertos tramos a tener 6 y 7 carriles, con tramos rectos interminables y curvas muy bien peraltadas. Además, entre carril y carril, aparte de las rayas pintadas, ponen chirimbolos de esos que son reflectantes y que hacen mucho ruido cuando te cruzas, de manera que no te descuides.

Otra cosa que nos ha impresionado es que no hemos visto ningún accidente, y teniendo en cuenta la cantidad de tráfico que se ve, es mucho decir.

Estas fotos pertenecen a la ruta 66, con los típicos puentes de peli de miedo, y un solo carril para cada sentido. Eso sí, todo el mundo respeta los límites de velocidad, que son más bien bajos. Si tu vas por la izquierda y alguien te quiere pasar (en autopista), ponen el intermitente y te pasan por la derecha pero sin quejarse ni nada. Creo que no hemos oido el claxon a nadie hasta ahora, ni rafagas de luces largas,...etc.

En este tramo de la 66 ibamos parándonos cada dos por tres para sacar alguna fotillo o miccionar (que queda más fino que echar una peatxo meada). Pueblos viejos, casas bungalow, ferrocarriles como el que veis en la imagen, o antiguas minerías eran el paisaje a un lado y al otro de la carretera.

El desierto es interminable. Hierbajos, arena, piedras y algún cartel de casas en venta como el de la foto eran el paisaje que teníamos a ambos lados. Y en cambio, no teníamos mucho calor, y como es un calor seco, no sudas. Eso sí, los labios se te quedan como dos orejones de la compota de la Angeli. Como si te comes dos kilos de pipas Piponazo.

Como podreís intuir, no había tráfico en la ruta 66. Sin exagerar, pasaba un coche cada 3 minutos aproximadamente. Así que la familia Izaguirre puede estar tranquila que su niña esta muuuy segura.

Sabemos que esta foto le va a gustar mucho a David. Maestro, danos tu opinión.

Esta es de las pocas fotos que nos hemos podido hacer Maider y yo juntos, con el temporizador. Ya os dais cuenta que somos marido y mujer? Que fuerte. Chavalines que somos, hombre!!.

Yo con el coche fantástico.

Maider con un buzón.

De vez en cuando nos pasaba algún grupo de Harleys, que le daban ese punto de autenticidad a la ruta 66. Aunque el de la foto iba solo.

La señalización es bastante engañosa, porque es en millas y nosotros pensamos en kilómetros. Así que en el cartel parece que estamos a nada y todavía faltaban 170 kilómetros por llegar. Y la gasolina la miden en galones (1 galón =3.8 litros). En las gasolineras metes tu tarjeta de crédito en el surtidor, marcas el tipo de gasolina que quieres (nosotros la más barata) y echas la cantidad que quieres y te vas. No tienes que entrar a ninguna caja ni nada por el estilo. Muy práctico, como el caracter del estadounidense.

Paramos a comer en una zona de moteles, gasolineras y restaurantes que había en el camino. un restop a lo grande. Como los estadounidenses (las tallas en las tiendas van de la L a la XXXL). Comimos en un Dennys, un par de ensaladas y nada de café. Pero es que estamos saturados de comer. Y lo que queda.

Otra foto que le gustará al maestro.

Hay que admitir que la coca cola está bastante rica (siempre tomamos light), y aunque te la ponen de sifón, no sabe como allí. Tiene más sabor. Igual de mala, pero más sabor. YIHAAAA!!!! (os juro que una señora entrada en años bastante ebria gritó eso en el ascensor del hotel de L.A.)

Es bonito el cartél del restaurante eh? Tipical USA. Como el nombre del coche, fino, sutíl y con gusto. Ahora, una cosa os digo, me está encantando el caracter de los USA people. Encantadores al trato, respetuosos, amables, y siempre dispuesto a ayudarse los unos a los otros. ¡Fuera estereotipos y prejuicios!.

Hay muchos moteles de carretera que tienen unas características muy buenas, se duerme muy bien en ellos y están muy bien en relación calidad/precio. Pero, como en todo, hay que saber elegir, y no meterte en el de Norman Bates (Psicosis). QUE MIEDOOOOO-

El coche por dentro, a mí me encanta. Perdonadme por ser un pesado.

Esta foto parece Autopista hacia el cielo (con Michael Landon). Ya faltaba poco para llegar, pero daba la sensación de que no podía haber ninguna ciudad por esos parajes. Ilusos.

Esta foto desenfocada, pero muy artística, tomada por la vanguardista Maider, da una idea de la intensidad de la luz cuando te aproximas en coche a Las Vegas. Llegas de la oscuridad del desierto al anochecer y te deslumbras cuando entras en la ciudad. Im-presionante. La única luz que se ve en el cielo es un foco de unos cuantos miles de Watios que sale de la punta de la pirámide del Luxor. Nuestro hotel. TOMA YA!!!!

Si quereis fotos enfocadas de Las Vegas, tendreis que esperar unas cuantas horitas. Que ahora me voy a dormir.

Os queremos mucho
Koldo y Maider